Una muy buena opción para salir a cenar en esta parte de Valencia conocida como la Safor. Entre Gandía y Oliva hay una serie de pueblecitos de veraneo con su larguísima playa y en uno de ellos, pero no el la zona de la misma costa sino en el pueblo en el interior a unos 2 kilómetros, se encuentra este maravilloso lugar que deslumbra nada más entrar y ver lo bien ambientado que está. El Restaurante Arnadí.
Quién se puede imaginar que en el interior de un patio de casa de pueblo en esta zona del levante se puede uno encontrar un verdadero vergel donde hasta los helechos son felices. La frondosidad de los Ficus y las Buganvillas son los primeros protagonistas nada más entrar al local en el exterior. Si llegas de nuevas te quedas con la boca abierta. Si ya has ido más veces vienes a lo que nos interesa a la mayoría, a comer bien. Así que vamos a ello…
Restaurante Arnadí. Situado en el pueblecito de Guardamar. Entre los pueblos de Daimuz y Bellreguard. Aquí hace unos años largos ya, por lo que hemos podido averiguar después de haber ido ya unas cuantas veces, se asentó una mujer Francesa y comenzó a dar a conocer su cocina.
El Restaurante Arnadí es Cocina Francesa. La misma mujer, protagonista que sale noche tras noche a saludar a los comensales, saludándoles con una sonrisa y preguntándoles que tal está todo. Ojalá nunca se jubile y si lo hace es que se la ha merecido y mucho.
A día de hoy el negocio es regentado ya por los hijos de esta. La calidad es la misma y si me cabe decirlo, creo que incluso ha subido un escalón más. Me encanta este sitio, nos encanta este sitio. Y me encanta esta mujer que sigue saliendo a saludar a sus clientes.
El Entorno.
A mi en especial siempre me hace ilusión ir a cenar una noche al Arnadí. Siempre hacemos coincidir si podemos con nuestro aniversario con lo que la ilusión siempre es doble. Siempre que llego me pasa lo mismo, siempre digo lo mismo. Es precioso ¿verdad cariño?, es maravilloso que esto esté aquí. Paso por la puerta y me quedo mirando como si fuera la primera que vez que voy. La terraza exterior es mi favorita. Es imposible no sorprenderse.
Buscamos siempre la misma mesa a ser posible y nunca hemos fallado, será la predisposición a tener suerte o simplemente la amabilidad de los camareros que siempre nos complacen. Una mesa para dos situada al lado de una fuente central llena de macetas con plantas diversas a cual más verde. El año pasado había tortugas saludando con el cuello en alto dándonos la bienvenida.
En cuanto tomas asiento sabes que vas a disfrutar y vas a sentirte feliz un par de horas. Es en estos momentos en los que ya sabes que vino vas a pedir. También sabes que vas a tener un momento de locura porque de entre toda la carta te gustaría pedirlo todo…
Normalmente es en invierno cuando la gente disfruta de la cena en el interior, en el salón. Muy bonito también aunque en esta maravillosa tierra disfrutan de uno de los mejores inviernos de Europa con lo que cenar con una rebeca por encima o un jersey de manga larga en la terraza seguro que no está del todo mal.
La decoración del salón es muy bonita. Enseguida uno se da cuenta de encontrarse en un sitio acogedor, en un sitio con muchas cosas que ofrecer y que contar. Una agradable sensación sin lugar a dudas. Esto es lo que a mi siempre me trasmite este Restaurante. Es como si fuera la casa de un buen amigo.
La gente disfruta de una agradable conversación sin escuchar ningún ruido más allá de la lejana conversación que mantienen los de la mesa de al lado. La limpieza impecable.
La carta.
Entrantes fríos o calientes, ensaladas y cócteles. Y posteriormente los segundos donde encontrareis las carnes o los pescados. Dentro de este abanico y una vez allí elegir lo que más os guste u os apetezca. Creo que nada os va a dejar indiferente, es más, hay platos de los que vais a hablar posteriormente como por ejemplo me pasó a mí con las Vieras Gratinadas al Oporto o con el Chateaubriand con salsa Bearnesa.
Nosotros en esta ocasión pedimos lo siguiente;
-Piquillos rellenos de carne picada y Foie-Gras. -Vieras Gratinadas al Oporto.
-Chateaubriand con patatas. -Lasaña de Bogavante con espinacas.
-Milhojas de crema con frutos rojos.
Disponen de una carta de vinos no muy amplia pero si muy interesante. Nosotros rara es la vez que no elegimos un Rioja. Un MUGA, crianza de 2013 sino recuerdo mal. Riquísimo. Nunca falla. Y una vez pedido lo que más nos apetecía cenar de la carta, comenzamos a disfrutar de la cena y del vino que nos acaban de traer.
Va por vosotros, a vuestra salud. Chin Chin….!!!.
Es muy difícil volver a repetir en este Restaurante y no volver a pedir una Viera o dos. Muy pero que muy difícil. Así que no lo dudéis ni un instante y por lo menos pediros una, ya habrá tiempo de arrepentimientos cuando peguéis el primer bocado y os deis cuenta de que solo habéis pedido una.
Los Pimientos del Piquillo Rellenos de Carne Picada y Foie-gras es uno de los entrantes calientes que más me gustan. Cuando los dejan encima de la mesa y empiezas a oler ya sabes que lo que te espera va a estar también riquísimo. Prepara pan porque cuando se acaban vas a hacer unos cuantos barquitos pinchando con el tenedor.
Chateaubriand con patatas o con salsa Bearnesa. Esta carne procede del vacuno. Es un corte especial del solomillo, entiendo que sea de ternera. Es muy típico en la cocina Francesa y os puedo asegurar que carne como esta no os va a defraudar en absoluto. Estupendamente cocinada al punto y como guarnición unas patatas nada de congeladas sino cortadas en el momento y fritas como se deben hacer. Volveré sin dudarlo a pedir de nuevo en mi próxima visita.
Lasaña de Bogavante con espinacas. Todo un clásico en todas nuestras visitas al Restaurante Arnadí. Desde que venimos creo que siempre lo hemos pedido. Es como degustar el mar. Como su nombre indica, una Lasaña de Bogavante y espinacas. Creo que el secreto de este plato y como os digo su sabor es la utilización de un Bogavante de calidad y sobre todo fresco. Ni más ni menos. Otro plato con nota muy alta. Animaros a pedirlo y ya nos contaréis.
Milhojas de Crema con Frutos Rojos. En esta ocasión pedimos solo un postre puesto que la cena había sido suficiente. Nos decantamos por este postre porque nos llamó la atención el haberlo visto en otra mesa. Todo un acierto porque realmente estaba muy bueno. La masa perfecta al igual que la crema. La decoración del plato muy bonita y acorde al postre. Terminamos la cena a lo grande celebrando de nuevo el haber venido a cenar a Arnadí.
Una vez concluida ya la cena nos invitaron a unos chupitos de licor que nos tomamos muy gustosamente mientras charlábamos de lo bien que había ido todo. El precio de la cena fue de 96 euros. Todos los platos y la botella de vino Muga. Muy buen precio para la calidad en general que supone este Restaurante. Animo a todo el mundo a que venga una vez al menos y juzgue. No creo que haya mucha gente que opine de forma diferente a nosotros. Este lugar está muy bien. Muy recomendable.